domingo, 12 de enero de 2014

Hacer la Voluntad de Dios

Meditando en Dios
En Esdras 9:10 y Nehemías 13 observamos una vez más a los Israelitas dándole la espalda a Dios. Alejados de él dejaron de cumplir sus mandamientos y marcharon por caminos ajenos a su voluntad.También tomaron mujeres según sus deseos sin importarles lo que Dios pensaba al respecto. Por estas y muchas otras transgresiones se encontraban exiliados de la tierra prometida desde hacía ya varias décadas. Siempre hay un precio que pagar cuando no seguimos el liderazgo de Dios. Jamás debemos dar la espalda al Señor para ir tras nada de este mundo.

 En el capítulo 3 verso 1 de Jeremías leemos la palabra que Dios le dio a Israel:
  "Tú, pues, has fornicado con muchos amigos; mas ¡vuélvete a mí! dice Jehová" 
¡Cuán grande es la misericordia y la gracia de nuestro Dios!, estaba dispuesto a perdonar y restaurar Israel otra vez si sólo admitía sus pecados y se volvía a él. Ese mismo Dios está dispuesto a hacerlo por nosotros, ¿Y nosotros no estamos dispuestos a hacerlo por nuestro cónyuge?, ¿Nos esforzamos por perdonar como él perdona? (olvida para siempre nuestros pecados "Isaías 43:25"), ¿Amamos como él ama? (nos ama tal como somos), ¿Nos mantenemos en santidad como él nos santifica? (reservado para una relación especial).
 

 Hacer todo bien las 24 horas del día es casi imposible pero ésto no debe ser una escusa para dejar de intentarlo. Si en cada momento brindamos el mejor esfuerzo para andar conforme a la voluntad de Dios será mucho mas fácil discernir cuales son sus planes para nuestras vidas.
 El Señor nos extiende cada día su misericordia. Si ayer tomamos decisiones incorrectas y le fallamos hoy es el día perfecto para admitirle nuestros pecados y esforzarnos por no cometer los mismos errores del día anterior. Y mañana tendremos la gran oportunidad de ser mejores cristianos que hoy.
 A pesar de nuestras equivocaciones Dios nos ama profundamente y es muy misericordioso con nosotros, aprovechemos al máximo el tiempo de vida que nos regala y hagamos todo el bien posible, vivamos en su voluntad y andemos en sus caminos. Entonces su amor y protección nos seguirán día y noche a donde quiera que vayamos. En el nombre de Jesús. Amén !                            

                             

                                                                       Marcel Amorín