La palabra de Dios nos enseña que Jesucristo vino a deshacer todas las obras del enemigo y a quitar las enfermedades del cuerpo de los hombres.
En Colosenses 2:15 podemos leer que en la Cruz del Calvario, Jesús desarmó a todo principado, a toda potestad y a todos los gobernadores de las tinieblas. Llevándolos Prisioneros y triunfando sobre ellos.
También el profeta Isaías nos enseña que a través de las llagas de Cristo Jesús nosotros fuimos sanados.
El llevó nuestras enfermedades, nuestros pecados, fue molido por nuestras rebeliones (Isaías 53).
Por eso, hoy Dios va a ir a donde tu te encuentras, va a llenarte, a levantarte. Va a visitar tu vida, y transformará tu situación. Su poder te sacará de la enfermedad, sea cáncer, asma, anorexia, sida, diabetes, obesidad, trastornos mentales, alergias, hepatitis, lupus, osteoporosis, esterilidad, o como sea que llame el mal que te aqueja. Dios glorificará su Nombre en tu vida y restaurará tu salud. Todos los sistemas; el respiratorio, sanguíneo, digestivo, nervioso; aún los huesos serán restablecidos por el Poder de nuestro Señor, y tu fe será honrada. Amén!
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