
No hicimos nada para merecerlo, no tuvimos que esforzarnos ni luchar para obtenerlo, pero todo se nos ha dado. Merecíamos ser destruidos pero en cambio fuimos restaurados. Hoy somos los invitados de honor de la fiesta mas maravillosa que jamás se ha celebrado, todo sin tener que pagar un centavo, todo está pago. ¿No es esto maravilloso?. Esa tarde en que Jesús murió en la cruz fueron saldadas todas nuestras...