La oración es el medio de comunicación espiritual que Dios estableció para que los hombres hablen con él
Es normal que se confundan un poco aquellos que se están iniciando en esta práctica y en algunos casos hasta podrían sentirse algo intimidados. Si este es tu caso, entonces te daré algunos consejos basados en mi experiencia personal que seguro te serán muy útiles. Y ya verás que no es nada complicado, todo lo contrario, es muy parecido a conversar con un amigo. Por eso a la hora de hablar con Dios debes abrir la mente y el corazón.
Paso 1
Escoge un sitio donde te encuentres a gusto, puede ser en la comodidad de tu hogar, en la Iglesia, a solas, o junto a otros cristianos. Hay quienes prefieren hacerlo al aire libre, en espacios naturales como la playa o un parque, pues en lugares así sienten mas cercana la presencia de Dios. Lo principal es que estés realmente cómodo y relajado para poder concentrarte en lo que quieres decir.
Paso 2
Luego de dar el primer paso ya puedes comenzar a hablar con Dios. Di todo lo que tengas ganas, y sin dejar de mostrarle el respeto que se merece procura no ser demasiado formal, pues ten en cuenta que la persona que está escuchando es un amigo de confianza (Juan 15:15). Puedes orar en voz alta, susurrando, o desde el silencio de tu corazón, pero trata de decir todo lo que tienes en mente. Cuéntale de tus miedos, consúltalo sobre tus proyectos, comparte con él tus sueños y las cosas que te hacen feliz, pero siempre procura hablar en primera instancia de aquellas que te llevaron a conversar con él. Si tienes preguntas que hacerle, no dudes en planteárselas. Y recuerda que la gratitud es una parte fundamental en la oración, por ello nunca olvides darle las gracias por todas las cosas que te a dado.
Paso 3
Habla con Dios tan seguido como lo necesites, o como desees, no debes fijar una fecha o determinar una hora para hacerlo. Todo momento es bueno, y sin importar cual sea la circunstancia su oído siempre estará pronto para escucharte y nunca tendrá otra cosa mas importante que hacer. Y así como tomas el celular para hablar con un familiar o con un buen amigo, de la misma manera puedes hacerlo con tu Padre Celestial. Puedes conversar con él varias veces al día, o las que a ti te parezcan bien, pero no pases mucho tiempo sin hacerlo, y menos aún cuando estés atravesando por algún problema.
Paso 4
Permanece atento para escuchar sus respuestas. Dios tiene muchos métodos para contestar las oraciones de sus hijos, puede hacerlo a través de su palabra mientras leemos la Biblia, o dándonos una sensación de paz y tranquilidad donde antes había pesadumbre o inquietud, también puede usar a personas llegando en el minuto oportuno y "como mandados del cielo". No te desanimes si la respuesta no llega de forma inmediata, no creas que se está tardando ni que se ha olvidado de tu petición, él tiene buena memoria, jamás llega tarde, y sabe cual es el mejor momento para contestarte. Cuando le plantees tus problemas dale su tiempo para que los solucione, no seas impaciente y espera con confianza.
Ya terminando...
Al orar aleja de tu mente lo mas lejos posible todas las cosas que te puedan distraer, y céntrate en lo que quieres decir.
No sientas miedo, ni te creas tonto por conversar con Dios. Tampoco te exijas demasiado al comienzo, pero se constante porque aunque al principio resulte algo complejo, con la práctica se tornará mas simple y te sentirás mas cómodo haciéndolo, pero para llegar a eso primeramente debes trabajar sobre de la incomodidad inicial.
Marcel Amorín