Hace un tiempo atrás alguien me comentó que por cada éxito existen tres fracasos.
Creo que analizar fríamente este tipo de estadísticas puede ser algo peligroso, ya que es bastante desalentador ver en una escala que solo hemos alcanzado dos éxitos por cada seis veces que fracasamos. Pero lo que resulta mas peligroso de esta filosofía es que puede hacernos prestar demasiada atención a las cosas malas que nos van sucediendo y restemos importancia a todas las cosas buenas que vamos alcanzando.
Como creyentes evitemos darle demasiada importancia a los objetivos no alcanzados y disfrutemos de los pequeños triunfos pero esenciales que vamos logrando a diario, y como Dios nos usa para impactar positivamente en la vida de otros.
Si has puesto todas tus cosas en las manos del Señor, puedes estar seguro que seras exitoso, pues El no fracasa, y tiene cosas grandes para ti, en esta vida y en la venidera, y muchos de los que a ti te parecen fracasos personales en este mundo, son necesarios para que alcances los éxitos eternos que Dios planeó para tu Alma, solo debes hacer su voluntad y confiar en Él (Jeremías 1:5).
Marcel Amorín
