
Puede que hoy no estés pasando un buen día, quizá ayer tampoco lo tuviste. Cuando arrastramos esa carga del día anterior, de problemas sin solucionar y seguimos sin visualizar una posible salida, es normal que nuestra mente se sienta abruma, cansada. Pero los que hemos decidido poner todas nuestras cosas en las manos del Creador la esperanza estará siempre viva, porque tenemos esa certeza que sólo puede dar...