¿Qué es lo que hace a una obra ser maestra?
No es un qué, es un "quién", y lo hace un maestro.
No es un qué, es un "quién", y lo hace un maestro.
¿Sabes que hay un maestro que trabaja noche y día para sacar lo mejor de ti?. Tu vida es una obra magistral que vive y respira, una obra que un día fue adquirida por el Hijo de Dios y en breve será trasladada al lugar mas exclusivo del universo "La cuidad celestial", una obra que fue comprada con el precio mas alto que jamás se ha pagado ni se pagará jamás, y no estás en venta. Eres arte puro de Dios, con su toque perfecto, él a puesto su pulso maestro en el lienzo de tu vida, ha trazado su mejor dibujo, usa hermosos colores y con sus mas suaves pinceles te retoca día a día. Él está seguro de su talento, pero también sabe que llevas trabajo, entonces te dedica mucha concentración y esfuerzo, te brinda su mejor tiempo, inspiración, creatividad y pone todo su amor para hacer la obra maestra que él confía que serás, y lo hace con placer porque eres su pasión. Cada linea del pincel, cada color, simboliza una cualidad suya que quiere formar en ti. Si has puesto tu vida en sus manos puedes estar tranquilo, no solo porque sean las manos del mejor artista, del mejor maestro, sino porque él ama a sus obras.
"Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas". Efesios 2:10.
Eres una magnífica obra de arte del mejor escultor, Dios ha formado tu cuerpo tomando barro de la tierra, te moldeó con sus propias manos, con un soplo de su aliento te dio vida, y a través de su Espíritu Santo en todo momento moldea tu carácter, tu mente, tu corazón, porque quiere mostrar en ti su talento sin igual.
La obra del Señor es hermosa, nada se puede igualar a su belleza, tiene la mejor calidad posible, es tridimensional, está viva, ríe, canta, ama, y su precio es "impagable".
El solo espera de ti que le des el valor verdadero a sus obras.
Si sientes que aún no has puesto tu vida en las manos del mejor artista, no esperes a mañana para hacerlo, El Señor tiene mucho trabajo que hacer contigo!
Marcel Amorín