" ... la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá". Romanos 1:17
En mi época de estudiante, tuve el placer de compartir un año de bachillerato con Andrés Bermúdez, un joven cristiano de origen Mexicano con quien nos hicimos buenos amigos. El muchacho, hijo de pastores Adventistas, tenía un maravilloso don para el dibujo y la pintura. Sabido esto por las autoridades del Instituto, cierto día fue invitado por el mismo director a pintar un mural en uno de los pasillos principales de la Universidad. Andrés, feliz de ser tomado en cuenta, sin dudarlo aceptó la invitación. El director confiado del talento del joven artista le dio bastante libertad para que exprese su arte. Luego de una intensa semana de trabajo e inspiración finalmente acabó su obra. Era un cardúmen de pequeños peces dorados que nadaban todos en la misma dirección, excepto uno que lo hacía en sentido opuesto. Al dibujo se le sumaban dos pequeñas frases, "Este pez está destinado a ser Jesús", e ,"Ir en contra la corriente". Pero tristemente la exposición de la obra duró apenas 4 días, pues varios padres de alumnos se quejaron argumentando que aquel mural podría de alguna manera ofender a los no cristianos. Luego las autoridades dieron permiso a otro muchacho a pintar sobre él.
El Señor nos ha llamado para hacer cosas que en muchas ocasiones nos hará ir en contra de la corriente del mundo que nos rodea. Y sin dudas hacerlo siempre resulta bastante difícil. En la Biblia hay muchos ejemplos de grandes varones de Dios que también en su momento hicieron cosas que fueron en contra de lo que hacía la mayoría; recordemos cuando Abraham estuvo a punto de sacrificar a su único hijo, o cuando Daniel se negó a comer la comida del Rey, o el episodio en el cual Gideon enfrentó a un ejército de miles de soldados teniendo a su cargo tan solo trecientos hombres, o cuando Pedro, Juan, y el resto de los apóstoles dejaron todos sus bienes para seguir al maestro. Solo por nombrar algunos ejemplos, pero si repasamos detenidamente las escrituras encontraremos cientos como estos.
Amigo..Amiga.. Si aun no lo haces, te animo a que desde hoy comiences a caminar en dirección opuesta a la que camina el mundo. Esto se resume sencillamente en hacer la voluntad de Dios; en orar por aquel que desea tu mal, en bendecir a quien te maldice, en abrazar a quien hace un instante te hizo enfadar, en regalar tu abrigo al que siente frío, en dar un gran plato de comida al que te pide solo un pequeño trozo de pan.
El anhelo de Dios es darle a nuestras vidas grandes victorias, claro, con una condición... nosotros debemos estar dispuestos a nadar contra la corriente.
Marcel Amorín