De niña siempre me decían que era una inútil. Todo cambió cuando conocí a Cristo Jesús. Él me demostró que en sus manos soy fuerte y que no hay montaña tan alta que no pueda mover.
El Señor nos aconseja tener Fe y perseverar, pues nada es imposible para Él.
Luchemos para alcanzar nuestros sueños, Dios nos ha dado muchos talentos para conquistarlos. Y no permitamos a los incrédulos ponernos límites.
"Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros?." Romanos 8:31
Verónica Solano