miércoles, 21 de octubre de 2015

Vive el Presente y deja de Preocuparte por el Pasado

                     "Y El Señor dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado
 
                      mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios". (Lucas 9:62)



En los últimos meses escribí y en diferentes blogs, al menos cinco devocionales sobre no preocuparnos por el día de mañana, pues como nos enseña la escritura "el día de mañana tendrá sus propias preocupaciones". Hoy reflexionando sobre este y otros temas similares llegué a la conclusión de que posiblemente los seres humanos nos preocupamos mas por el día de ayer que por el de mañana. Muy a menudo nos encontramos charlando con nosotros mismos este tipo de cosas: "Cuanto me gustaría que mi vida fuera como antes", "que buenos tiempos fueron aquellos", "... si pudiera volver a ser joven", "lo que daría por regresar al pasado y no cometer ese error".

A Dios no le agrada en lo absoluto que estemos todo el tiempo mirando a nuestro pasado, y sobre todo cuando lo hacemos para recordar cosas que nos hacen daño y que no nos permiten disfrutar del presente. Como suele decir una buena amiga española en su tono: "¡la vida es pa' lante, pa' trás.. ni pa' tomar impulso!". Tenemos que estar atentos pues el Diablo buscará desanimarnos a cada momento, y si le abrimos puertas con ese tipo de reflexiones negativas el con mucho gusto nos recordará aquellas cosas que perdimos que ya no podremos recuperar. Nuestro enemigo es un especialista en hacernos añorar lo que ya no volveremos a tener y en que pensemos una y otra vez en todo lo que no podremos cambiar, pero claro, como dije antes, él actúa solo si le abrimos puertas. 

Si hacemos algo malo está bien que nos arrepintamos, pero luego hay que seguir adelante e intentar no volver a cometer el mismo error. Al Señor no le gusta vernos sumergidos en la autocompasión o el remordimiento por causa de nuestros errores del ayer, o añorando aquello que quedó en el pasado y que ya no volverá a ser. El pretende que miremos hacia adelante, que nos desliguemos de los recuerdos del pasado que nos hacen daño, que no añoremos lo que tuvimos un día. Dios quiere que disfrutemos de todo lo bueno que tenemos en el presente, y que nos gocemos pensando en las bendiciones eternas que él está preparando para nuestro futuro. 

Por eso, te aliento a que ya no mires hacia atrás, te animo a olvidar todas esas cosas que te hacen esclavo del pasado, pues ya dejaron de ser. Te invito a ver hacia adelante, y a ponerle toda tu atención a las cosas nuevas que el señor te va entregando a diario. Dios Te Bendiga!

                                                        Marcel Amorín