
Una persona no debería buscar pareja a menos que esté preparada para afrontar las responsabilidades del matrimonio y de la familia, además debe estar emocionalmente sana y espiritualmente madura.Tanto el novio como la novia tienen que estar dispuestas a recibir consejos de líderes maduros, y a orar para escuchar a Dios antes de permitir que sus corazones se involucren demasiado (románticamente...