La buena noticia es que hay una forma para descubrir sus planes, para frustrar sus maquinaciones, ¿Sabes cuál es?..., pues estudiando las escrituras y leyendo acerca de los triunfos de aquellos que lo enfrentaron antes que nosotros.
Al creer en Dios y al hacer su voluntad permitimos que todo su poder se despliegue al rededor nuestro, el pone ángeles para protegernos, y además lo más importante.. nos llena con su Espíritu Santo. Esto nos hace mucho más fuertes que los mejores golpes de Satanás.
Cuando David enfrentó a Goliat no lo hizo porque se sintiera el hombre mas fortachón del mundo, sabia que su fuerza no provenía de su físico casi de niño, sino de Dios que estaba en él. En ese mismo Dios que apareció cuando un león se cruzó en su camino, el mismo Dios que le dio fuerzas cuando se encontró cara a cara con un oso. La confianza que David necesitaba se la había dado la experiencia y el conocimiento del Dios que lo protegía; Jehová.
Si optamos por creer que Dios nos dará la victoria conoceremos realmente su enorme poder. En cambio si elegimos confiar en nuestras propias fuerzas o en nuestra inteligencia, rápidamente veremos cuán débiles somos, y cuán fácil se le hace al diablo acertar con los dardos o con los golpes que nos tira.
Son tiempos peligrosos para los creyentes, quizá los más peligrosos de todos luego de aquella primer persecución, y hoy mas que nunca necesitamos creer verdaderamente en Dios. Juan 15:5 nos enseña que nada podemos lograr sin su ayuda. Que tengas un gran día!
Marcel Amorín