sábado, 18 de enero de 2014

Dios vino a construir y reparar la vida familiar

"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;" Juan 1:12 
familia en el campo
 La palabra constructor en hebreo se deletrea "boneh", ésta también significa "reparador". Cuando nuestro Mesías vino al mundo hace mas de 2000 años atrás, vino a reparar vidas, a construir familias, su plan fue hacer una restauración completa de todas las cosas rotas. La palabra hebrea "hijo", se escribe "ben" e "hija" se escribe "baht", curiosamente ambos también provienen de la palabra "boneh".

 Si tu eres un hijo o una hija de una familia "rota" te tengo una buena noticia. Si recibes a Jesús en tu corazón y pones por obra sus mandamientos obtendrás una nueva identidad pasando a ser hijo de Dios. El Señor vino para restaurar y para dar poder a una familia que jamás podrá romperse. Su familia.

 Las penas de la vida familiar se pueden soportar durante algún tiempo, pero...

 No importando cuan rota esté nuestra familia o nuestra vida, Dios nos ha dado una forma de repararla y de restaurarla completamente a través de la resurrección de su hijo. Al recibir esta vida de resurrección mediante la fe él nos adopta dentro de una nueva familia cuyo destino es una eterna y perfecta relación amorosa. Esto se lee muy bien y puede parecer demasiado bueno para ser cierto, sin embargo, el profundo deseo que tenemos cada uno de nosotros que nos hace amar la vida familiar fue colocado allí por Dios, y lo hizo porque pretendía cumplir ese anhelo, y cumplirlo de una forma aún superior a lo que cualquiera de nosotros pudiera imaginarlo.

                                                                    Marcel Amorín