jueves, 12 de diciembre de 2013

Planes de Dios para tu vida

ancla varco Aferrados al Ancla de la Salvación

Imagínese que se les da la opción entre permanecer amarrado a la barandilla de un barco que se hunde o tener un ancla de 5 kilos encadenada a su pierna antes de que abandone la nave.
¡Qué terrible elección! Por supuesto, una de las opciones no ofrece ninguna esperanza de sobrevivir. La otra ofrece pocas posibilidades de ser rescatados, sin contar que ya es bastante difícil mantenerse a flote o nadar sin peso adicional y más difícil aún si algo lo tira hacia abajo, eso lo agotaría en poco tiempo y los minutos u horas que se mantenga en la superficie serán momentos terribles, no a de ser nada agradable sentirnos continuamente apoderados por el miedo a la muerte .

Amigos y hermanos queridos, es muy importante que siempre recordemos esto, Dios nos ama profundamente y ha pagado un precio muy alto para que tengamos paz y tranquilidad, regalos que nos fueron otorgados por gracia a través del sacrificio de Jesucristo en la cruz del calvario. No cabe ninguna duda que nosotros somos lo mas valioso que él tiene en esta tierra, somos sus pequeños, sus hijos por adopción. Su deseo es evitar que nos enfrentemos a tales ansiedades, es por eso que nos llama a tener una relación con él, porque sabe bien que sin Él, tarde o temprano nos iremos hacia abajo, pues nadie ganará la vida eterna por mas perfecto que intente ser.

Cuando ponemos nuestras vidas y nuestros corazones en sus manos, ya no tenemos que preocuparnos por si nuestra nave espiritual se hunde.
Nada de este mundo puede amarrarse al Reino de Dios, si esto no fuera así Satanás ya habría logrado hacerlo.

Recuerde que Jesús dijo que las puertas del infierno no prevalecerán contra su Reino.

Y cuando ponemos nuestros corazones en las manos del Señor, ya no tenemos que nadar con el ancla del pecado, porque Él nos dice en su palabra que somos" nuevas criaturas" en Cristo (2 Cor. 5:17), el viejo hombre ya no existe.

Nuestra misión como creyentes es servir a Dios, predicar a otros las buenas nuevas del Evangelio como enseña Marcos 16:15 , y si lo hacemos con amor ya no tendremos temor a su ira .
1 Juan 4:18 : En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. 

                                                                                        Marcel Amorín