"No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo
que el hombre sembrare, eso también segará". Gálatas 6:7
que el hombre sembrare, eso también segará". Gálatas 6:7
Su hijo lo lleva hasta la cochera y le dice: "Papá, mira acabo de romper el espejo de tu coche", Tu le respondes: ¿Le diste con esa pierda verdad? Su hijo: "Sí", Tu: " Entonces tendrás que comprar un espejo nuevo" . Esta clase de enseñanzas hará que sus hijos aprendan sobre el principio de la ley de causa y efecto, y les estará dando una lección que les podrá evitar consecuencias graves en el futuro. Nuestro Padre celestial inventó esta ley para que tu y yo aprendamos la forma correcta de hacer las cosas. Con cada una de las acciones y decisiones que tomamos estamos determinando el tipo de cosecha que vamos a recoger. Adán y Eva estando aún en el Jardín del Edén prefirieron no hacer caso al consejo de Dios, por esta razón tuvieron que pagar un alto precio por las consecuencias de su elección. El hombre tarde o temprano cosecha lo que siembra. Dios no es un ser sancionador que está esperando agazapado que nos equivoquemos para cobrarnos, es un Padre de Amor, y nosotros sus hijos, si nos dio libre albedrío es para que elijamos entre lo bueno y lo malo. Pero.. si elegimos hacer lo malo, por nuestro bien nos corregirá.
Nuestras malas decisiones afectarán negativamente a otros o a nosotros mismos. Y aunque dañar no sea la intención, los resultados del daño no pueden ser evitados. La historia del pecado de Acán es un ejemplo de ésto, ella nos puede ayudar a entender el precio que hay que pagar por algunas malas decisiones, hagamos memoria.. Después de la conquista de Jericó, Acán robó plata, oro, y otros objetos de cobre y hierro que pertenecían a Jehová, por esta causa Israel fue derrotado. Luego Josué le preguntó a Dios: "¿Por qué nos has turbado? (Josué 7:25).
Ya finalizando.. antes de actuar, debes preguntarte si tus decisiones pueden de alguna forma herir a alguien.. "¿Ésto que haré.. dañará a mi cónyuge, hijos, amigos, etc.?". El perdón no puede abolir esta ley, pero Dios oirá tu confesión, te perdonará, y evitará que el resultado de tu siembra sea una cosecha récord. Dios Te Bendiga.
Marcel Amorín