
Hoy quiero compartir una bella historia de amor y compasión que nos envió un querido hermano perteneciente a una pequeña y bendecida iglesia en Los Ángeles (USA). El hecho tocó nuestros corazones y deseamos que también pueda tocar el de ustedes.
Esto aconteció en las Olimpiadas especiales de Seattle.
Se encontraban diez competidores prontos para largar en la línea de partida para la carrera...