Es muy fácil decir Gloria a Dios!, Aleluya!, o Amén!" cuando las cosas marchan bien y todo va de maravillas. Pero cuando caminamos por el fuego de la prueba esta clase de palabras escasean en nuestra boca. Las pruebas llegan a la vida del creyente con un propósito y una recompensa. Algunas de las causas por las cuales Dios las permite es para probar nuestro carácter y para hacernos madurar en la fe, "...sino que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza" (Romanos 5:3 y 4).
Jesús no se limitó a enseñarnos esto solo con palabras, entregó su vida a padecimiento para cumplir su misión. Hagamos memoria de su última semana como hombre.. En esos días soportó infinidad de pruebas e injusticias, lo declararon culpable y lo sentenciaron a muerte por delitos que no cometió, lo torturaron, pusieron en su cabeza una corona de espinas, lo clavaron en una cruz, y atravesaron su costado con una lanza. Sólo por nombrar algunas de las cosas que padeció. Y en ningún momento decidió abandonar la prueba porque era demasiado dura; todo lo contrario, tomó su dolor y cargó con él, pues sabía mejor que nadie que ese sufrimiento era necesario. Hoy, 2016 años mas tarde, gracias a lo que Jesús pasó en el proceso de prueba, tu y yo tenemos vida eterna.
Los verdaderos cristianos deben ser pulidos como a finos diamantes. Cuando llegamos a Dios creemos que nos hemos librado del dolor, en parte es así, solo que desde ese momento nuestros padecimientos están regulados por él, y tras cada prueba siempre hay un plan divino para mejorar áreas en nuestra vida espiritual.
Si bien los sufrimientos son necesarios, Dios ha prometido que no permitirá mas dolor del que podamos soportar, y que junto a la prueba nos dará también la salida (1 Corintios 10:13).
Amigo.. si estás atravesando por el fuego de la prueba, no olvides que El Creador te ha dado su Palabra para guiarte, su Espíritu Santo para fortalecerte, y el privilegio de hablar con él cuando lo necesites. Y recuerda.. a través de las tribulaciones de la vida obtendrás la victoria!.. “Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1 Corintios 15:57).
Marcel Amorín
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Jesús no se limitó a enseñarnos esto solo con palabras, entregó su vida a padecimiento para cumplir su misión. Hagamos memoria de su última semana como hombre.. En esos días soportó infinidad de pruebas e injusticias, lo declararon culpable y lo sentenciaron a muerte por delitos que no cometió, lo torturaron, pusieron en su cabeza una corona de espinas, lo clavaron en una cruz, y atravesaron su costado con una lanza. Sólo por nombrar algunas de las cosas que padeció. Y en ningún momento decidió abandonar la prueba porque era demasiado dura; todo lo contrario, tomó su dolor y cargó con él, pues sabía mejor que nadie que ese sufrimiento era necesario. Hoy, 2016 años mas tarde, gracias a lo que Jesús pasó en el proceso de prueba, tu y yo tenemos vida eterna.
Los verdaderos cristianos deben ser pulidos como a finos diamantes. Cuando llegamos a Dios creemos que nos hemos librado del dolor, en parte es así, solo que desde ese momento nuestros padecimientos están regulados por él, y tras cada prueba siempre hay un plan divino para mejorar áreas en nuestra vida espiritual.
Si bien los sufrimientos son necesarios, Dios ha prometido que no permitirá mas dolor del que podamos soportar, y que junto a la prueba nos dará también la salida (1 Corintios 10:13).
Amigo.. si estás atravesando por el fuego de la prueba, no olvides que El Creador te ha dado su Palabra para guiarte, su Espíritu Santo para fortalecerte, y el privilegio de hablar con él cuando lo necesites. Y recuerda.. a través de las tribulaciones de la vida obtendrás la victoria!.. “Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (1 Corintios 15:57).
Marcel Amorín