Generalmente la tentación viene acompañada de sentimientos de culpa. Como resultado, produce desánimo y se piensa: "si yo fuera mejor cristiano no hubiera sido tan débil", y luego decimos a Dios "¿Porqué no quitas esto de mi cabeza?". Pero a pesar de nuestros reclamos, las tentaciones continúan allí, ¿y sabes porqué? simple.. las tentaciones no se pueden quitar de la mente porque ellas están fuera de la cabeza y no dentro. Tampoco se eliminan orando, la oración solo nos da poder para resistirlas "Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros"(Santiago 4:7 ).
He oído a varios creyentes afirmar que sus tentaciones son mas fuertes que las de los demás, ésto no es así. Las escrituras nos enseñan que las tentaciones son iguales para todas las personas, y que Dios no permitirá que nadie sea tentado mas de lo que pueda soportar, pues junto a la tentación mostrará el camino para que logremos salir de ellas (1Corintios 10:13).
Cuando los cristianos somos tentados inmediatamente comenzamos a formularnos la decisión correcta que debemos tomar, pero no estamos solos, El Señor nos promete enviar su Espíritu para ayudarnos a rechazarlas, para guiarnos, y para darnos la fuerza que necesitamos para soportar cualquier tipo de tentación. Además, podemos acercarnos confiadamente a su trono para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (Hebreos 4:16).
No es de sabios tomar las tentaciones livianamente, esto es un serio error ya que la mayoría de los que han caído en pecado son personas que se creyeron muy fuertes para soportarlas. El mundo y su maldad nos ofrece a diario un sin fin de tentaciones, por esta razón no podemos afirmar rotundamente que somos inmunes a ellas, lo mas inteligente de nuestra parte será alejarnos cuando se presenten.
Para disminuir su poder sobre nuestras vidas debemos evitar factores de riesgo, como poseer objetos que puedan ser causa de tentación, o guardar en el corazón sentimientos como la codicia y el rencor. Para resistirlas es funadamental alimentar a diario una relación de amor con Dios, pues solo él nos puede dar la suficiente luz para sacarnos de cualquier oscuridad.
Marcel Amorín
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He oído a varios creyentes afirmar que sus tentaciones son mas fuertes que las de los demás, ésto no es así. Las escrituras nos enseñan que las tentaciones son iguales para todas las personas, y que Dios no permitirá que nadie sea tentado mas de lo que pueda soportar, pues junto a la tentación mostrará el camino para que logremos salir de ellas (1Corintios 10:13).
Cuando los cristianos somos tentados inmediatamente comenzamos a formularnos la decisión correcta que debemos tomar, pero no estamos solos, El Señor nos promete enviar su Espíritu para ayudarnos a rechazarlas, para guiarnos, y para darnos la fuerza que necesitamos para soportar cualquier tipo de tentación. Además, podemos acercarnos confiadamente a su trono para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (Hebreos 4:16).
No es de sabios tomar las tentaciones livianamente, esto es un serio error ya que la mayoría de los que han caído en pecado son personas que se creyeron muy fuertes para soportarlas. El mundo y su maldad nos ofrece a diario un sin fin de tentaciones, por esta razón no podemos afirmar rotundamente que somos inmunes a ellas, lo mas inteligente de nuestra parte será alejarnos cuando se presenten.
Para disminuir su poder sobre nuestras vidas debemos evitar factores de riesgo, como poseer objetos que puedan ser causa de tentación, o guardar en el corazón sentimientos como la codicia y el rencor. Para resistirlas es funadamental alimentar a diario una relación de amor con Dios, pues solo él nos puede dar la suficiente luz para sacarnos de cualquier oscuridad.
Marcel Amorín